Jiu Jitsu y el viaje del cliente, ¿cuáles son las similitudes?
Cada vez está más claro que las actividades físicas contribuyen a mejorar la salud física y mental, especialmente en el agitado y estimulante mundo en que vivimos.
Hace doce años, elegí vivir la filosofía del JiuJitsu, un arte marcial japonés que aquí en Brasil fue adaptado por un joven, el más flaco de sus hermanos, que adaptó los golpes de palanca para que la diferencia de fuerza fuera neutralizada por la técnica. Este joven era Hélio Gracie.
Todo esto ocurrió a principios del siglo XX y hoy existen innumerables academias repartidas por todo Brasil y el mundo. Aquí en Brasil, casi no hay ciudad o barrio que no tenga una academia de Jiu Jitsu con sus enseñanzas de defensa personal y, sobre todo, un estilo de vida donde la técnica prima sobre la fuerza, donde el más débil, dominándose primero a sí mismo, puede dominar a su adversario, aunque esté en desventaja de fuerza y peso.
Mi andadura en este deporte comenzó cuando quería perder peso y mejorar mi forma física. Poco me imaginaba que me encontraría con una filosofía de vida a la que me adaptaría tanto que nunca podría vivir lejos de ella.
Hoy, tras haberme graduado como cinturón negro hace dos años, miro hacia atrás y puedo ver cada punto de este recorrido muy ligado al mundo corporativo y a mi experiencia al frente del área de Servicios de ULMA Handling Systems Latam, y me gustaría hacer una relación entre estos dos mundos tan cercanos.
El objetivo final es importante, pero el viaje es fundamental. Sea cual sea tu objetivo, ya sea competir o simplemente mejorar tu estilo de vida, tendrás que dedicar tiempo, esfuerzo y disciplina para poder evolucionar cada día. Por ello, es importante estar con personas que compartan tu objetivo y puedan contribuir a tu mejora continua.
En la atención al cliente también tiene que ser así: los objetivos son muy diversos, los grados de conocimiento y evolución de cada uno son diferentes, y juntos, cliente y proveedor, pueden y deben compartir experiencias para que sus proyectos tengan simbiosis y puedan llegar al mismo objetivo.
Cuenta siempre con la ayuda de un "Cinturón Negro", un experto en la materia. Hoy en día es común que los gimnasios tengan cinturones negros, pero hace 12 años no era así, eran raros y cuando aparecía uno a entrenar, corríamos a absorber al máximo su experiencia en el entrenamiento.
Con el tiempo y la evolución del deporte, aparecieron en el mercado numerosos especialistas, pero al aumentar la oferta, la calidad no siempre es la misma. Por eso es tan importante buscar el profesional adecuado, referenciado, con un historial del equipo que te permita conocer el origen y si estás teniendo contacto con auténtico Jiu Jitsu.
En el recorrido del cliente no es diferente: las barreras de entrada a los mercados, en general, son cada vez más bajas y es habitual que empresas con distintos niveles de conocimiento estén en el mercado y ofrezcan distintos niveles de solución.
Por eso también es muy importante que en la relación cliente-proveedor, el cliente busque siempre empresas especialistas en la solución, aquellas que puedan compartir la experiencia de su core business y contribuir a que usted alcance su excelencia, pudiendo beneficiarse de la experiencia de quien ya es "cinturón negro" en la materia.
Sigue entrenando, actualiza tus habilidades, sigue moviéndote. Si hay algo que todo el mundo que entrena Jiu Jistu sabe, es que aunque la técnica es uno de los principales factores en una pelea, el acondicionamiento, el famoso "gas", también es una parte importante a la hora de practicar. Y no hay manera: igual que un corredor de maratón no entrenará Jiu Jitsu para correr una maratón, un luchador de Jiu Jitsu no puede correr sólo para mejorar su deporte. Correr ayuda, pero no lo soluciona.
En un deporte tan popular hoy en día, con federaciones en todos los continentes y campeonatos con bolsas de premios cada vez más altas, es normal que las posiciones evolucionen, y es necesario estar en constante movimiento, es decir, siempre entrenando, para poder tener la gasolina al día y estar al día de las nuevas posiciones para que no te pillen desprevenido.
Así es como deben mantenerse las relaciones a largo plazo. El cliente, incluso después de la entrega del proyecto, necesita mantenerse en constante movimiento, formando tantas veces como sea necesario al equipo de operación, actualizando los equipos para que siempre tengan el "gas" al día y puedan producir el 100% de su técnica todo el tiempo, reproducir y mejorar con cada "formación" hasta la excelencia, que a menudo se actualiza cuando se alcanza. Como dice una frase escrita en las escaleras de salida del lugar donde entreno, "¡el secreto del éxito está en la próxima sesión de entrenamiento!".
Los cinturones de Jiu Jitsu, lo que representan y cómo se parecen a las relaciones cliente-proveedor. Algo que me impresiona mucho en el mundo del Jiu Jitsu son los graduados. Hablando de adultos, hay cinco cinturones que se corresponden con su grado de avance, que a mí me gusta resumir así:
Cinturón Blanco - Aprendiz.
Cinturón Azul - Ya tuvo la oportunidad de tener contacto con las técnicas, está aprendiendo a dominar lo básico.
Cinturón Púrpura - Ya puede dominar su propio cuerpo, ya puede hacer lo básico y puede empezar a aprender algunas técnicas más avanzadas.
Cinturón marrón - Cerca de aprender lo que realmente importa.
Cinturón Negro - Listo para empezar a aprender de qué se trata el Jiu Jitsu.
Puede parecer confuso, pero un arte marcial antiguo requiere tiempo para que entiendas realmente lo que significa en tu vida, disciplina, perseverancia, sentido de grupo, compromiso.
La relación cliente-proveedor también es así. En cada fase, un nuevo aprendizaje, y con cada nuevo aprendizaje, una evolución. Es normal que al inicio de un nuevo proyecto cada uno aporte experiencias previas en otros ámbitos, pero todos son aprendices.
Pronto serán capaces de entender su negocio y dominarlo, entonces empezarán a añadir valor a lo básico que funciona y lo harán cada vez más diferenciado. Cuando ya están caminando juntos e intercambiando experiencias, se desarrollan nuevas técnicas según el perfil demandado por el momento, hasta que pueden evolucionar con jornadas de desarrollo largas y duraderas.
El jiu jitsu no es un deporte individual, como tampoco lo es el viaje del cliente. No sirve de nada, no hay luchador de Jiu Jitsu que no haya entrenado y absorbido experiencia de un compañero de entrenamiento, no hay campeón del mundo de ninguna categoría que no haya empezado por lo básico, haya superado las fases de graduación y haya alcanzado su meta. En Jiu Jistu, el día que pierdes es el día que más aprendes.
No conozco a ningún cliente que haya evolucionado sin aprender continuamente de las piedras de su camino. Por mucho entrenamiento, dedicación, pasión y preparación que haya, a veces las cosas no salen como queremos.
Entonces es el momento de aprender de tus propios errores, a menudo detalles, en una competición de alto nivel, todo el mundo está entrenado y los detalles pueden ser el elemento diferenciador ese día.
La resiliencia, tanto en el Jiu Jitsu como en el mundo empresarial, es esencial para la evolución constante y te hará crecer exponencialmente, ¡siempre que sepas caer, levantarte y ajustar tu técnica para el siguiente combate!
Las capturas y los montajes valen 4 puntos.
Pases de guardia, valen 3 puntos.
Caídas, raspaduras y rodillazo en el abdomen, valen 2 puntos.
Terminar, es decir, resolver el problema, anula todos y cada uno de los puntos.
¡Oss!